La Hoja Informativa, es un documento que se repartió a todas las casas de Agüero, en el verano de 2011.
En el se explica, como surge la iniciativa de recuperar el volteo de las Campanas de la Iglesia de El Salvador, de Agüero .
Que Agüero no es un pueblo cualquiera, eso lo sabemos todos los que somos de aquí, y muchos de los que nos visitan. Comprobado esta como lo defendemos, hijos y nietos de esta villa, cuando estamos fuera. Esa querencia va mucho mas allá del reconocimiento explicito de la espectacularidad de los mallos o de la belleza de sus Iglesias, Santiago y El Salvador Esta querencia es un sentir radical, desde la misma semántica de la palabra, un sentir de raíz, de dentro. Este afecto se acentúa cuando cualquiera de nosotros hablamos de las campanas de Agüero. Los que tuvimos la gran suerte de oírlas en todo su esplendor o aquellos que tuvieron el honor de bandearlas, poco hablamos de sus peculiaridades, de sus signos diferenciadores. Como lo son, que aquí se bandeara yendo a “buscar” las campanas y tirando de ellas (con el riesgo que supone), en vez de empujarlas hacia a fuera, como se hacía en los demás pueblos, que la mayor sobrepase los 1000 kilos de peso, que sus sonidos se oyeran a cinco o seis horas de camino, que fueran objeto de estudio de entendidos en la materia, que vinieron en repetidas ocasiones a escucharlas, a grabar su sonido y a entrevistar a algunos bandeadores. De todo esto se habla poco. Pero lo que si se recuerda, como un clamor unánime que se repite en boca de todos, es la Alegría enorme que despertaban y que nos hacían sentir al escuchar su sonido. Estas Campanas para nosotros no son cualquier cosa. Es la manifestación de nuestra tradición y religiosidad, expresadas en unos sonidos que nos llenan y nos mueven, y en el reconocimiento del esfuerzo elegante y bravo de aquellos que les hacían arrancar esos sonidos. Los bandeadores. El Cura Párroco de Agüero, como garante de la sociedad eclesial (todos los bautizados) así como el Alcalde y Concejales, representantes de la sociedad civil. Quieren que las Campanas de Agüero vuelvan a sonar, que se vuelva a bandear. Esto, lejos de ser un arrebato después de un calentón de nostalgia. Es una propuesta y un compromiso serio, que viene de recoger todo este sentir de los vecinos, del que no son ajenos si no partícipes, y darle forma. No sin antes haber hecho un discernimiento y un análisis, una reflexión profunda y sosegada. Y pedir a los que saben de esto, hace ya bastantes meses, que mirasen como estaba el asunto. Las conclusiones fueron de lo mas alentadoras; Los carpinteros de Agüero, dicen que las maderas de los contrapesos de las Campanas, están bien. Que difícil seria ahora encontrar madera de ese calibre y de esa calidad. Ya no hay carrascas de ese diámetro, no les dejan crecer, los talan antes. Que lo que esta en mal estado son los soportes de madera del engarce del eje de la Campana con la piedra que lo sustenta, pero que es cosa normal y nada grave, ya que son piezas de desgaste por fricción. Y que hay que sustituir esas piezas. El cantero de Uncastillo fue invitado a visitar la torre y ver sus grietas. Jorge Olano, gerente de Olnasa, lleva unos treinta años en esto de la piedra. El y sus cincuenta trabajadores han rehabilitado cientos de Iglesias por todo el país. Jorge Olano, comento que había visto infinidad de torres en mucho peores condiciones que esta, y que evidentemente se necesitaba el estudio de un arquitecto, pero que a su entender y por su experiencia en otras, no veía que la cosa fuera para tanto. Ante todo esto, Parroquia y Ayuntamiento van a seguir con el empeño, y convencidos están de que este carro no arranca si no tiramos todos de el, o lo que es lo mismo, sólo será posible si todos nos implicamos, en la medida de nuestras posibilidades. Como primera medida para esto, lo mejor es que la gente sepa, que los vecinos estén informados de lo que se va haciendo, y de todo lo referente a las Campanas. Con este cometido nace esta Hoja Informativa, para que sea un canal de comunicación. Puede parecer poco, o cosa baladí, pero lo real es que es el comienzo de un Camino, un Camino no exento de dificultades, en el que hay dos cosas claras; que no hay marcha a tras, y que el fin último es que vuelvan a sonar las Campanas.
En el se explica, como surge la iniciativa de recuperar el volteo de las Campanas de la Iglesia de El Salvador, de Agüero .
Que Agüero no es un pueblo cualquiera, eso lo sabemos todos los que somos de aquí, y muchos de los que nos visitan. Comprobado esta como lo defendemos, hijos y nietos de esta villa, cuando estamos fuera. Esa querencia va mucho mas allá del reconocimiento explicito de la espectacularidad de los mallos o de la belleza de sus Iglesias, Santiago y El Salvador Esta querencia es un sentir radical, desde la misma semántica de la palabra, un sentir de raíz, de dentro. Este afecto se acentúa cuando cualquiera de nosotros hablamos de las campanas de Agüero. Los que tuvimos la gran suerte de oírlas en todo su esplendor o aquellos que tuvieron el honor de bandearlas, poco hablamos de sus peculiaridades, de sus signos diferenciadores. Como lo son, que aquí se bandeara yendo a “buscar” las campanas y tirando de ellas (con el riesgo que supone), en vez de empujarlas hacia a fuera, como se hacía en los demás pueblos, que la mayor sobrepase los 1000 kilos de peso, que sus sonidos se oyeran a cinco o seis horas de camino, que fueran objeto de estudio de entendidos en la materia, que vinieron en repetidas ocasiones a escucharlas, a grabar su sonido y a entrevistar a algunos bandeadores. De todo esto se habla poco. Pero lo que si se recuerda, como un clamor unánime que se repite en boca de todos, es la Alegría enorme que despertaban y que nos hacían sentir al escuchar su sonido. Estas Campanas para nosotros no son cualquier cosa. Es la manifestación de nuestra tradición y religiosidad, expresadas en unos sonidos que nos llenan y nos mueven, y en el reconocimiento del esfuerzo elegante y bravo de aquellos que les hacían arrancar esos sonidos. Los bandeadores. El Cura Párroco de Agüero, como garante de la sociedad eclesial (todos los bautizados) así como el Alcalde y Concejales, representantes de la sociedad civil. Quieren que las Campanas de Agüero vuelvan a sonar, que se vuelva a bandear. Esto, lejos de ser un arrebato después de un calentón de nostalgia. Es una propuesta y un compromiso serio, que viene de recoger todo este sentir de los vecinos, del que no son ajenos si no partícipes, y darle forma. No sin antes haber hecho un discernimiento y un análisis, una reflexión profunda y sosegada. Y pedir a los que saben de esto, hace ya bastantes meses, que mirasen como estaba el asunto. Las conclusiones fueron de lo mas alentadoras; Los carpinteros de Agüero, dicen que las maderas de los contrapesos de las Campanas, están bien. Que difícil seria ahora encontrar madera de ese calibre y de esa calidad. Ya no hay carrascas de ese diámetro, no les dejan crecer, los talan antes. Que lo que esta en mal estado son los soportes de madera del engarce del eje de la Campana con la piedra que lo sustenta, pero que es cosa normal y nada grave, ya que son piezas de desgaste por fricción. Y que hay que sustituir esas piezas. El cantero de Uncastillo fue invitado a visitar la torre y ver sus grietas. Jorge Olano, gerente de Olnasa, lleva unos treinta años en esto de la piedra. El y sus cincuenta trabajadores han rehabilitado cientos de Iglesias por todo el país. Jorge Olano, comento que había visto infinidad de torres en mucho peores condiciones que esta, y que evidentemente se necesitaba el estudio de un arquitecto, pero que a su entender y por su experiencia en otras, no veía que la cosa fuera para tanto. Ante todo esto, Parroquia y Ayuntamiento van a seguir con el empeño, y convencidos están de que este carro no arranca si no tiramos todos de el, o lo que es lo mismo, sólo será posible si todos nos implicamos, en la medida de nuestras posibilidades. Como primera medida para esto, lo mejor es que la gente sepa, que los vecinos estén informados de lo que se va haciendo, y de todo lo referente a las Campanas. Con este cometido nace esta Hoja Informativa, para que sea un canal de comunicación. Puede parecer poco, o cosa baladí, pero lo real es que es el comienzo de un Camino, un Camino no exento de dificultades, en el que hay dos cosas claras; que no hay marcha a tras, y que el fin último es que vuelvan a sonar las Campanas.
Agüero, julio 2011
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